Bajo la sombra de tu alma me encuentro sentado, mientras mi cuerpo
descansa en el piso de adoquines que rodea esta hermosa plaza, mi mente y mis
pensamientos alzan el vuelo como palomas. No siento miedo de perseguir la
estela de tan esquivo sueño llamado libertad. Sueño que residió en tan pequeña
persona pero en tan grande espíritu.
Idea que fue guía y norte de tu existencia y que hoy se convirtió en la
brújula de nuestras almas. Libertad por la cual tú luchaste, libertad que hoy
todos disfrutamos gracias a las gotas de sudor que emanaron del constante
sacrificio de las vidas de quienes te acompañaron en su búsqueda. Libertad que
prometimos defender en tu nombre, libertad que nos regalaste, libertad que
reside en cada uno de nosotros como fiel testigo de tu hazaña.
Acudimos hoy a las filas para lanzar un grito, por la libertad, la
libertad que emana del derrumbe de las divisiones sociales que nos apartan de
la unidad de nuestros caminos, la libertad de abrir nuestros brazos al viento y
sentir la fuerza de nuestra unidad, la libertad proveniente de las ideas
expresadas sin miedo, la libertad del miedo que atormenta nuestros corazones
por el porvenir, libertad de los grilletes de nuestros propios demonios que
carcomen nuestra alma lentamente, libertad de las notas de alegría de nuestros
corazones, libertad de elegir el sendero de nuestras existencias, libertad de
perseguir la golondrina de nuestros sueños y metas.
Abro mi ojos y siento el viento rozar mi cara, tu sombra me protege, pero
tu sueño me hizo libre.
1 comentarios:
Muy hermoso, la libertad es un don tan preciado que es uno de los maravillosos regalos que nos ha dado Dios Jehová.
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